^{Autor: Eliana Barrantes - Directora de Advisory - KPMG en Perú}

El éxito en la creación de la IA sería el mayor acontecimiento de la historia de la humanidad. Desafortunadamente, también podría ser el último, a menos que aprendamos a evitar los riesgos.

—Stephen Hawking

El 2020 es un año en el que las organizaciones se ven obligadas a pensar no sólo en cómo sobrevivir y prosperar en la nueva realidad, sino también en como re-imaginar sus modelos de negocio, y en cómo medir y mantener la productividad en un entorno muy incierto. Esto se ve desafiado más aún por los impactos en la fuerza de trabajo, y la habilitación de tecnologías digitales, y prevemos que los líderes que buscan reinventar la fuerza de trabajo adoptarán un enfoque estratégico donde prime una mentalidad digital de continuo aprendizaje.

Aunque nadie puede predecir lo que sucederá a medida que la nueva realidad se establezca, lo que las organizaciones pueden accionar es planear los diversos escenarios y prepararse para la reinvención, que incluirá nuevas formas de automatización, necesitando un liderazgo fuerte, con énfasis en la seguridad de su fuerza de trabajo, la preservación de los valores del negocio y la continuidad de las operaciones, para ello las empresas necesitan responder a algunas preguntas difíciles e importantes:

•  ¿Están totalmente preparados para una crisis?
• ¿Comprenden todos los riesgos potenciales?
• ¿Han pensado fuera de la caja para asegurar su capacidad de respuesta?
• ¿Disponen de los recursos adecuados para conseguirlo?

_{Fuente: Reinventing work, a sequel to the Rise of the Humans series de KPMG 2020}

El entorno actual pondrá a prueba la capacidad de la mayoría de las empresas para operar y gestionar en una crisis. Una respuesta eficaz de una empresa requiere transparencia, responsabilidad y, sobre todo, un liderazgo fuerte. Las empresas deben tener claro quién está tomando las decisiones, manteniendo al board muy informado, respondiendo rápidamente sus riesgos inmediatos y a largo plazo, y desarrollando un plan de respuesta. De nuestra experiencia podríamos resumir seis elementos básicos para una rápida respuesta:

• Reunir y activar un equipo de gestión de crisis: En tiempos inciertos, un liderazgo fuerte sostiene la nave. Independientemente de que exista un plan, el éxito de la gestión de crisis requiere la activación de un equipo dedicado a gestionarlo. Se pueden formar múltiples equipos en toda la organización y cualquiera que sea su composición, es imperativo que el liderazgo sea accesible y visible, de modo que las preocupaciones y la retroalimentación puedan ser dadas a los líderes directamente. Esto les permite tomar decisiones oportunas y bien informadas.
• Implementar modelos de continuidad y planificación con capacidades resilientes: Durante una crisis, a menudo es una carrera contra el tiempo para tomar decisiones clave que afectarán directamente a la estabilidad del negocio. Las organizaciones deben participar en la planificación de los negocios en operación y la resistencia para poder abordar con prontitud cada desafío, vigilar constantemente los acontecimientos para asegurar una respuesta rápida, al tiempo que planifican proactivamente los escenarios futuros.
• Asegurar el well-being de los empleados: La seguridad y el bienestar de los empleados y sus familias es de suma importancia. Establecer protocolos claros para las comunicaciones, mensajes y expectativas de trabajo de los empleados, y alinearlos a cada una de las medidas vigentes. El trabajo remoto planteará diferentes desafíos para las empresas, desde la tecnología hasta las expectativas de gestión.
• Bucle de retroalimentación continua en la comunicación: Establecer canales de comunicación claros y coherentes con los empleados, los proveedores, los clientes y cada stakeholder será clave, para ello se requerirá establecer un circuito de retroalimentación en el que se pueden recoger las ideas y puntos de vista, e introducirlos en los planes de gestión diarios y una clara comprensión de estas dependencias, en este punto será importante tomar conocimiento los acuerdos de nivel de servicio (SLA) para los proveedores críticos.
• Gestionar el impacto económico en el negocio: Si bien las empresas suelen centrarse en la continuidad de las operaciones durante una crisis, es igualmente importante comprender el impacto económico que la crisis puede tener en la empresa, establecer estrategias para gestionar el impacto y planificar su recuperación
• Reinventar la fuerza de trabajo para el futuro digital habilitados por la tecnología: A través de nuestra plataforma de formación en habilidades digitales, Connected Learning, ya tenemos evidencia de un incremento en el número de grandes empresas en una serie de sectores que están luchando para volver a capacitar a la fuerza de trabajo para el futuro digital. Estas organizaciones están acercándose un paso más a la reinvención del trabajo que queda por delante.

Las amenazas y desafíos imprevistos de hoy en día nos generan lecciones y conocimientos inestimables para el futuro. No hay escapatoria del duro trabajo de reinvención estratégica si las organizaciones quieren capitalizar plenamente las ventajas competitivas que la tecnología ofrece.  Por ello, se requiere que las organizaciones en todos los sectores avancen con audacia y resiliencia, en medio de los desafíos, con la esperanza de que la adversidad se convierta en una oportunidad para reinventar el trabajo, asegurando la continuidad de su existencia, en el futuro que les espera, y al hacerlo, se están posicionando para obtener una ventaja competitiva.