La creciente adopción de vehículos eléctricos está impactando en el refinamiento de petróleo, gasolina y la demanda de lubricantes. Las compañías de petróleo y gas son conocedoras de esto; sin embargo, se sigue subestimando como la confluencia de los factores externos a esta industria aumentarán la velocidad e impacto de la migración a lo eléctrico de la combustión tradicional.

Estas fuerzas externas romperán, principalmente, los paradigmas del trasporte tradicional, así como, generarán una disrupción importante dentro de las compañías del sector. Lo que aparentaba ser una amenaza a largo plazo, está mostrando sus implicancias en el corto plazo.

Hay una alta probabilidad que las compañías de petróleo se enfrenten a una disrupción acelerada. Esta realidad presionará a los líderes en cuanto a decidir si proteger el negocio a corto plazo o preparar los cimientos para el negocio del futuro.