Por: Jessica Jiménez, Directora de Asesoría en Sostenibilidad de KPMG en México

Identificar y atender los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) críticos permite a las empresas anticiparse y mitigar posibles riesgos que puedan afectar su desarrollo. Contar con una estrategia de sostenibilidad bien fundamentada es crucial para garantizar la permanencia de una organización a largo plazo. Por ello, es importante considerar que la sostenibilidad es una forma de gestionar los modelos de negocio balanceando el desempeño económico, con los impactos ambientales y sociales.

Al pensar en por qué las compañías tendrían que atender temas ambientales, sociales o de gobernanza, especialmente en la nueva realidad en la que vivimos, es muy probable que nos preguntemos ¿qué tiene que ver la sostenibilidad en medio de una pandemia? Aunque la respuesta no es tan simple, porque no hay un solo factor, analizaremos dos aspectos fundamentales que nos permitirán ampliar la visión para tener una respuesta más clara:

1) El cambio climático

A pesar de que se ha hecho un gran trabajo por incluirlo en la agenda internacional y de muchos gobiernos, está muy lejos de tomarse con la seriedad que el tema requiere.

Esta crisis ambiental tiene su principal detonante en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por los consumos de energía eléctrica y combustibles fósiles. Todas las personas, empresas, en mayor o menor medida, consumimos este tipo de energía y, por lo tanto, contribuimos a la huella ambiental que impacta al planeta y a la salud de las personas. Contrario a lo que generalmente se piensa, no solamente aquellas industrias dedicadas a la producción son las responsables de generar estas emisiones, lo son también las prestadoras de servicios, los gobiernos y la sociedad en general.

Quizás otra pregunta común es ¿en qué nos afecta el cambio climático si no habitamos en zonas de alto riesgo como costas o áreas con climas extremos? La respuesta es simple. Nos afecta en primera instancia en la salud, ya que la contaminación por GEI deja a su paso más de 7 millones de muertes al año[i] en el mundo, mientras que los climas extremos nos exponen a múltiples enfermedades.

Adicionalmente, nos impacta porque como sociedad consumimos alimentos que se producen en zonas que pueden ser afectadas por fenómenos climáticos como inundaciones, huracanes o sequías, provocando escasez, Además, utilizamos bienes y servicios que se producen en diversas áreas y que pueden requerir de materiales o componentes cuyo origen se vea afectado por fenómenos climáticos, truncando la cadena de suministro.

De acuerdo con el Banco Mundial[ii], uno de los efectos del cambio climático puede resultar en millones de personas en pobreza en los próximos años, y estima que actualmente sus impactos se traducen en costos de al menos USD 390,000 millones al año en países de ingreso bajo y mediano.

2) El aumento de la población

El aumento de la población y su respectivo incremento en la demanda de alimentos, bienes y servicios provocan una gran densidad poblacional en centros urbanos. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo)[iii], se estima que México tendrá una población de aproximadamente 140 millones de habitantes para 2050. Tomando esto en cuenta, los recursos a los que se tiene acceso son limitados y presentan panoramas en los que es importante impulsar la innovación para generar alternativas más viables para minimizar la pobreza y dar acceso a los bienes básicos que requiere la población, entre ellos, los servicios de salud.

Ante un panorama de escasez, los humanos podrían buscar alternativas de recursos para proveer alimentos o cubrir necesidades básicas, lo cual llevaría a abusar de los ecosistemas, consumiendo alimentos no aptos para la salud humana, o bien, tomando de la naturaleza más recursos de los que esta puede regenerar en sus ciclos naturales, provocando un desbalance significativo en el planeta.

Todo lo anterior genera impactos sociales que repercuten en la forma en la que vivimos y consumimos. Por esta razón, es muy importante que tanto gobiernos como organizaciones integren la sostenibilidad como un elemento clave en sus procesos de planeación.

Vivimos en un momento coyuntural de la historia en el que cada acción genera impactos positivos o negativos en nuestro entorno. Identificarlos, atenderlos y mitigarlos es una gran responsabilidad social, pero principalmente de todos los líderes y tomadores de decisiones que tienen en sus manos la opción de integrar la sostenibilidad como una forma exitosa de hacer negocios y generar nuevas alternativas para sus clientes y consumidores.

Sin duda, la nueva realidad debe ser sostenible, ya que, actualmente, la capacidad de ser resilientes y adaptarse a las adversidades para garantizar la continuidad de las operaciones debe ser una característica inherente a las empresas.

 

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son del autor y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México.

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La información aquí contenida es de naturaleza general y no tiene el propósito de abordar las circunstancias de ningún individuo o entidad en particular. Aunque procuramos proveer información correcta y oportuna, no puede haber garantía de que dicha información sea correcta en la fecha en que se reciba o que continuará siendo correcta en el futuro. Nadie debe tomar medidas con base en dicha información sin la debida asesoría profesional después de un estudio detallado de la situación en particular.

 

[i] Fuente: Organización Mundial de la Salud

[ii] Fuente: bancomundial.org

[iii] CONAPO: Consejo Nacional de Población