03/09/2020

 

Hace más de cien años, cuando el sistema energético mexicano fue construido, la complementariedad entre las hoy empresas productivas del Estado se hizo patente mediante el uso del principal subproducto de la destilación atmosférica y de la destilación al vacío; el combustóleo, como combustible primario para la generación eléctrica. Así, diversas centrales termoeléctricas se construyeron y diseñaron para que utilizaran este energético como combustible primario para la generación eléctrica.

Aunque se han realizado inversiones en cuatro de las seis refinerías con las que cuenta el Sistema Nacional de Refinación (SNR), para generar productos de valor agregado a partir del combustóleo, actualmente, solo tres de estas seis refinerías han concluido, al menos parcialmente, dicho proceso; lo que permite llevar a cabo actividades de refinación en estas unidades sin que se generen volúmenes importantes de combustóleo como subproducto. Estas refinerías son: Madero, Cadereyta y Minatitlán.

La refinería de Tula está en proceso de reconfiguración, mientras que las refinerías de Salamanca y Salina Cruz no han anunciado cuándo entrarán a este mismo proceso para que, a partir del combustóleo, puedan generar productos de valor agregado por medio de coquizadoras.

Sector energético y nueva normalidad

Fuente: Sistema de Información Energética y Estadísticas de Pemex

La producción de petrolíferos en México se encuentra limitada a dos factores fundamentales:

 1) El nivel de producción de crudo que podamos mantener en los siguientes años; actualmente alrededor de 1.7 millones de barriles diarios (mmbd)

 2) El volumen de exportaciones de petróleo crudo, con el fin de dotar al Estado Mexicano con los ingresos necesarios para fondear el Presupuesto de Egresos de la Federación, cada año

 

Dadas estas dos realidades, el volumen que el país puede destinar al SNR para la producción de petrolíferos será el resultado de restar al volumen de producción de crudo, el volumen de las exportaciones de crudo que se realicen. En los últimos 18 meses, la producción de crudo se ha ubicado en niveles de 1.7 mmbd, con exportaciones del orden de 1.1 mmbd, por lo que el remanente que ha podido ser enviado a proceso al SNR ha sido cercano a 600 miles de barriles diarios (mbd). Esto limita la capacidad para producir combustibles de valor agregados como gasolinas, diésel y turbosina y los subproductos, en particular, el combustóleo, el cual, desde el período 2007-2012, presenta una relación lineal y casi proporcional al volumen de crudo que se procesa en el SNR. 

Sector energético y nueva normalidad

Fuentes: Secretaría de Energía y Pemex.

Para mantener el SNR operando de manera continua, además de evitar los paros no programados, es necesario dar salida al combustóleo de los tanques de la refinería, para que estos puedan seguir recibiendo el nuevo combustóleo que arrojará el proceso.

En México, de la mano del crecimiento de la industria petrolera y su refinación, creció también la de generación eléctrica, de tal forma que resultaba conveniente utilizar el combustóleo como combustible primario para operar centrales termoeléctricas y de combustión interna.

Tres factores incentivaron la sustitución parcial del combustóleo por energías más amigables con el medio ambiente:

1)  La mayor disponibilidad de gas natural a costos accesibles, aunado al incremento en la infraestructura para su transporte mediante gasoductos

2) La declinación en la producción petrolera, sin disminuir las exportaciones, hizo que el volumen disponible para la refinación disminuyera de niveles de 1.3 mmbd hasta 2012, a niveles de 960 mbd durante la Administración anterior, y a 600 mbd en lo que va de la presente Administración

3) Los compromisos internacionales del país para reducir la huella de carbono y el calentamiento global

Sector energético y nueva normalidad

Fuente: Datos del Sistema de Información Energética, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) y Pemex

La nueva realidad impone un menor crecimiento económico mundial, lo cual se traduce en menores precios de los energéticos por una menor demanda, por lo cual es probable que el volumen de las exportaciones petroleras nacionales se vea afectado, y, con ello, los ingresos de la empresa productiva del Estado por menores exportaciones de crudo. Ante este hecho, para poder procesar el crudo producido y no exportado, será necesario enviarlo al SNR para su proceso, con el consecuente incremento en la producción, no solo de gasolinas y diésel, sino también de combustóleo, el cual, como se mencionó, deberá ser desalojado para mantener la continuidad de las operaciones.

Sector energético y nueva normalidad

Fuente: Secretaría de Energía y Pemex

Tomando en cuenta el diseño del sistema energético mexicano, así como la pérdida de valor comercial del combustóleo en los mercados internacionales, su difícil colocación y transportación, para diversas empresas resulta más práctico quemar el combustóleo para generar electricidad, en tanto los mercados internacionales o las inversiones para su aprovechamiento no se concluyan (conclusión de la reconfiguración en proceso de la refinería de Tula y las dos faltantes).

De acuerdo con el PRODESEN 2019-2033, de los 52,902 MW de capacidad efectiva que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y sus productores independientes de energía (PIE), la empresa productiva del Estado cuenta con 20 plantas que incluyen termoeléctricas, ciclos combinados, combustión interna y turbo gas, con una capacidad conjunta de 14,577 MW (27.6%) del total, y que operan  con combustóleo o de manera dual con combustóleo o gas natural o diésel.

Estas plantas serán, primordialmente, las que den salida a la producción de combustóleo que se genere en el SNR. La otra posibilidad es desarrollar un mercado de exportación, sin embargo, en términos de demanda y atractividad de precios, no parece lo más pertinente.

Sector energético y nueva normalidad

Estos hechos, junto con la necesidad del país de quemar el combustóleo para darle continuidad a las actividades de refinación, se derivan de una situación de coyuntura tras los efectos de contención de la pandemia de COVID-19, y que será necesario seguir implementando en tanto se espera la recuperación del volumen del mercado de exportación de crudo. Dicho de otra forma, se seguirá el proceso de: extracción de crudo – refinación / combustóleo – generación eléctrica.

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