La crisis generada por COVID-19 ha revelado distintos retos para las organizaciones, principalmente en torno a la necesidad de liquidez y el mayor foco al flujo de caja.

Durante estas últimas semanas, desde pymes hasta grandes corporativos, se han enfrentado a la escasez de efectivo, lo cual ha tenido un impacto sin precedentes por la incertidumbre que genera ante acreedores, aunado a elevados niveles de inventario derivado de la baja demanda de productos y servicios en algunas industrias. En lo que va del año, empresas de distintos sectores se han enfrentado a problemas de liquidez en hasta 42% de los montos previstos en caja, debido a una disminución crítica en sus ingresos. 1

Ante el reto de asegurar la permanencia de las empresas en este entorno incierto, es crítico habilitar acciones a muy corto plazo para mejorar el capital de trabajo y minimizar los riesgos por aplicar cambios con proveedores, clientes, áreas operativas, etc., que puedan incluso afectar la percepción en el mercado y la experiencia del cliente.

La pregunta clave es: ¿cómo afrontar este reto?

Para responderla, es necesario atender puntos como los siguientes:

  •   ¿Se conocen los elementos que se consideran en el capital de trabajo?
  •  ¿Se tiene claro cómo calcularlo?
  • ¿Existe una metodología más adecuada para el negocio, en función de la industria en la que está?
  •   ¿Los términos y condiciones actuales con clientes y proveedores dan el mejor balance en el flujo de efectivo?
  •  ¿Los niveles de inventario son correctos en este nuevo entorno?
  •  ¿Pueden moverse las variables actuales?
  •  ¿Se tiene claro qué hacer para mejorar la liquidez a corto plazo considerando recursos escasos?

Si no se tiene una respuesta clara y contundente, es necesario actuar para evitar daños potencialmente graves.

 

¿Cuál es la relevancia de la Función de Finanzas?

El área de Finanzas tiene una labor crítica que implica fomentar una cultura hacia la “salud” del capital de trabajo considerando trabajar con otros departamentos de la organización y buscar balances entre ventas, cobranza, inventarios, pago a proveedores, impuestos, entre otros rubros.

En este sentido, es recomendable concentrarse en ciclos de “compra al pago” y “orden al cobro” como elementos que pueden generar resultados de alto impacto a corto plazo, al igual que la planeación de la demanda y, por lo tanto, los niveles de inventario.

 

¿Cómo identificar quick wins?

El punto de partida es crear un pronóstico de flujo de efectivo continuo, que permita identificar con claridad la base de pagos a efectuar y la cobranza a recibir en cada línea de negocio. Esto permite un análisis semanal de la varianza de los flujos y sus causas temporales o permanentes, monitoreando los indicadores clave de desempeño (KPI) relevantes y los riesgos correspondientes. Como ejemplo, la decisión de cambiar las condiciones de pago con proveedores puede impactar el nivel de servicio, afectando los inventarios y, por lo tanto, la satisfacción del cliente.

 

¿Cómo acelerar la optimización en el capital de trabajo?

Sin información precisa, las acciones a tomar para mejorar la gestión del capital de trabajo suelen estar basadas en percepciones diferentes a la realidad. El uso de datos transaccionales y analíticos soportados en herramientas tecnológicas avanzadas permite identificar de forma acelerada y exacta las estrategias para solventar ineficiencias en la gestión del efectivo, entender las causas y aplicar un buen plan de mejora.

De acuerdo con cada rubro, a partir de la evaluación de la información es posible establecer estrategias para cada proceso:

  • Cuentas por cobrar: identificación de facturación a destiempo, no precisa y con diferencias respecto a los términos de contrato, excedentes de crédito, comportamientos de pago e incumplimiento, etc.
  • Inventario: identificación de números de referencia (SKU) obsoletos y de lento movimiento, pronósticos de producción, inventario de seguridad óptimo y puntos de reorden
  • Cuentas por pagar: evaluación de pagos de acuerdo con términos contractuales, consolidación y frecuencias de pago, análisis de extensión de pagos, etc.
  • Adicionalmente la evaluación puede llevarse a un siguiente nivel, que considere la planeación y gestión del efectivo tomando en cuenta la tesorería, impuestos, propiedades, gastos de capital (capex) y otros activos

Actualmente, existen en el mercado soluciones eficientes de bajo costo para atender estos requerimientos, con análisis detallados, simulaciones de escenarios futuros y propuestas de acción en menos de 72 horas.

 

¿Existe una perspectiva de mejora? ¿Cuál será la nueva realidad?

Las estrategias de análisis de datos y reingeniería de procesos permiten generar una optimización del universo del capital de trabajo, el cual, apoyado por una estrategia de monitoreo continuo sobre las acciones, brindará visibilidad para afrontar cambios en la liquidez ante la disrupción del mercado.

Para mantener la operación, las organizaciones deben mantener el enfoque en estos componentes y alinear los objetivos de tal forma que los esfuerzos permeen en todos los niveles.

 

1 Fuente: KPMG International.

Contáctenos