Los Chief Risk Officers (CRO) de los bancos tienen un equilibrio que lograr. Por un lado, hay expectativas en constante aumento de la gestión de riesgos. El "tsunami regulatorio" no se está debilitando, las autoridades de supervisión están continuamente estableciendo nuevas prioridades. Esto puede requerir que se amplíen las responsabilidades del CRO, lo que conducirá a un aumento correspondiente en los recursos de gestión de riesgos.
Además, no puede escapar a las presiones de costes que están afectando a los bancos debido al entorno persistente de tipos de interés bajos y un mercado altamente competitivo. Incluso los requisitos reglamentarios específicos a menudo ya no pueden justificar los altos costos continuos, y mucho menos un aumento en la dotación de personal. Para equilibrar estos movimientos opuestos, se requiere una transformación decidida y radical de la gestión de riesgos.
Driving value in risk management es un estudio que KPMG Internacional ha realizado con los CRO de 76 bancos en 19 países. Con los resultados del estudio, se han obtenido cuatro propuestas para la transformación eficaz y eficiente de la gestión de riesgos.