La COVID-19 puso a prueba la resiliencia de las empresas familiares españolas, que tuvieron que adaptar sus planes de negocio a un entorno de restricciones a la movilidad, paralización de las cadenas de suministro y caída del consumo y la confianza.
Más allá de aspectos financieros u operativos, el cuidado de los profesionales, los clientes y los proveedores, se situó en el centro de los planes de negocio y se reflejó en cada una de sus decisiones.
Hemos identificado tres estrategias que las empresas familiares en torno a las que las empresas familiares articularon su respuesta ante la pandemia:
- Responsabilidad social
Orientada al bienestar común de la sociedad y a satisfacer las necesidades de los stakeholders. - Transformación del negocio
Respuesta reactiva frente a los primeros efectos de la COVID-19, pero proactiva para garantizar el crecimiento y la adaptación del negocio en un entorno cambiante. - Cautela
Foco en comprender el impacto generado por la pandemia en su negocio y sector y en analizar la respuesta de sus competidores.