La situación de confinamiento provocada por la rápida evolución de la pandemia del COVID-19 a nivel global, ha generado la parada de una gran parte de la actividad económica en España, donde los principios más esenciales de la economía como la libre circulación de personas, bienes y servicios, se han interrumpido.
Hasta la fecha, la incertidumbre sobre cuánto tiempo perdurará la pandemia no se encuentra resuelta. El desconfinamiento se realizará progresivamente hasta disponer de cierta seguridad sanitaria (contención del contagio, tratamientos efectivos, vacunas, entre otros) que será determinante para la vuelta a la normalidad. Lo que sí parece ser cierto es que esta pandemia alterará en mayor o menor medida hábitos de comportamiento, tanto en la vida familiar, como en el trabajo, consumo, etc. Derivados de estos nuevos hábitos como consecuencia de la crisis sanitaria, las compañías del sector inmobiliario se encuentran ante un reto de adaptación sin precedentes donde la incertidumbre operativa y temporal aún no se halla despejada.