La incertidumbre geopolítica, la ralentización del crecimiento económico y la velocidad de la transformación del entorno competitivo definen las alarmas de los directivos este año.
Además, la ciberseguridad preocupa a uno de cada cuatro, pese a que un 38% reconoce haber sufrido algún ciberincidente en los últimos doce meses. Eso respecto a los riesgos del negocio. Preguntados por la mayor amenaza para la economía española, el 64% de los directivos apunta a la incertidumbre política.