Los problemas de la cadena de suministro que afectan a la industria automotriz mundial van desde la escasez de semiconductores hasta los trastornos geopolíticos, que están haciendo que tanto los fabricantes de automóviles como los proveedores reconsideren sus estrategias.

Primero vino la pandemia de la COVID-19, que redujo la demanda de vehículos y, como consecuencia, la industria automotriz todavía se tambalea bajo los efectos de la escasez de semiconductores sin un alivio inmediato a corto plazo. En segundo lugar, el actual conflicto entre Ucrania y Rusia ya ha dado lugar a proyecciones sobre una mayor caída de la demanda de vehículos debido a la falta de disponibilidad de metales como el níquel y el paladio, así como el gas neón utilizado en la fabricación de semiconductores.

En este sentido, los profesionales de KPMG han elaborado el estudio “Vulnerable supply in Automotive” para explorar los desafíos que enfrentan las empresas automotrices en sus cadenas de suministro globales y presentar soluciones viables que pueden adoptar para superar los problemas. Además, en este informe también se analizan desafíos adicionales desde un punto de vista futurista y cómo los fabricantes de automóviles pueden estar bien preparados para hacer que su cadena de suministro sea más resistente.

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