La COVID-19 puso a prueba la resiliencia de las empresas familiares españolas, que tuvieron que adaptar sus planes de negocio a un entorno de restricciones a la movilidad, paralización de las cadenas de suministro y caída del consumo y la confianza.
Más allá de aspectos financieros u operativos, el cuidado de los profesionales, los clientes y los proveedores, se situó en el centro de los planes de negocio y se reflejó en cada una de sus decisiones.
Hemos identificado tres estrategias que las empresas familiares en torno a las que las empresas familiares articularon su respuesta ante la pandemia:
- Responsabilidad social
Orientada al bienestar común de la sociedad y a satisfacer las necesidades de los stakeholders. - Transformación del negocio
Respuesta reactiva frente a los primeros efectos de la COVID-19, pero proactiva para garantizar el crecimiento y la adaptación del negocio en un entorno cambiante. - Cautela
Foco en comprender el impacto generado por la pandemia en su negocio y sector y en analizar la respuesta de sus competidores
En España, la responsabilidad social es la estrategia más seguida por tres de los cuatro perfiles de empresas familiares que hemos determinado en función de la distribución del accionariado y de si el CEO forma parte o no de la familia propietaria:
- Family venture
El CEO es parte de la familia y las acciones se concentran en un número reducido de familiares. - Family corporation
El CEO no pertenece a la familia y las acciones se distribuyen entre muchos accionistas (familiares y potencialmente no familiares). - Family consortium
El CEO forma parte de la familia, pero la distribución de las acciones es dispersa. - Family enterprise
El CEO no es un miembro de la familia, pero un número reducido de familiares posee la mayoría de las acciones.
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Los directivos apuestan por apoyarse en los valores distintivos de la empresa familiar como palanca del crecimiento: la importancia del equipo humano, la relación con los proveedores y la cercanía con los clientes son garantía de éxito, sin olvidar la necesidad de optimizar el modelo operativo con el foco puesto en incrementar la productividad y la competitividad.