La edición 2024 de Tendencias Emergentes en Infraestructura de KPMG destaca las 10 tendencias que darán forma al mundo de la infraestructura durante el próximo año.

En estos días, pareciera que queremos cambiar nuestra matriz energética, nuestro clima, nuestras economías, nuestros patrones de comercio mundial, nuestras ciudades, nuestra tecnología y nuestra equidad social, y hacerlo todo al mismo tiempo. Más aún: planeamos hacerlo en un ambiente de alta inestabilidad, retórica geopolítica divisiva y profunda incertidumbre económica. Es una tarea titánica.

El éxito o fracaso en esta tarea descansará en gran medida sobre los hombros de nuestra infraestructura. La infraestructura será fundamental para la transición energética y para alcanzar nuestros objetivos de adaptación al cambio climático. Cataliza el crecimiento económico y facilita el comercio. Sustenta la renovación urbana, sienta las bases para la transformación digital y, cuando se hace bien, puede ayudar a integrar la equidad social. 

 

Cumplir con lo que se espera de la infraestructura requerirá una mayor colaboración, nuevos mecanismos de financiamiento, regímenes regulatorios innovadores, nuevas técnicas de construcción, conjuntos de habilidades más amplios y, más que nada, un alto grado de flexibilidad y creatividad. Por lo tanto, para posibilitar las transiciones a nivel mundial, se debe comenzar con avanzar en la transición del sector de la infraestructura.

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