Por: Fernando Faría, Socio Líder de Infraestructura de KPMG en América Latina
Si bien es cierto que la mayoría de estas tendencias se harán sentir con fuerza en todo el mundo durante 2022, en América del Sur los obstáculos asociados al financiamiento y al manejo de la incertidumbre seguirán siendo determinantes para alcanzar un buen desarrollo de la infraestructura regional. Asimismo, la región necesita de una agenda conjunta que busque priorizar, tanto la construcción de confianza entre inversores locales y extranjeros, como así también enmarcar sus proyectos en tres conceptos fundamentales: sostenibilidad, resiliencia y nuevos modelos de financiación.