Fundación Observatorio PyME (FOP) publicó el informe especial “Más allá de la pandemia, el trabajo remoto como nuevo paradigma”, que contó con el auspicio de KPMG y HSBC, y presenta las estadísticas que surgieron del programa de investigación de FOP llamado “Coronavirus: Impacto sobres las PyMEs, producción y empleo”, bajo el cual se completó un sexto relevamiento a 1.700 empresas de todo el país, de diversos sectores y de hasta 800 ocupados. El relevamiento fue realizado entre el 15 de septiembre y el 18 de octubre de 2020 y es el único estudio nacional multisectorial que mide el impacto sobre las PyMEs.

Entre los datos recabados, el informe reúne el análisis de la implementación del trabajo remoto, no sólo en el contexto inédito marcado por la pandemia, sino de cara al futuro, y hace especial énfasis en las consecuencias de la implementación de esta modalidad de trabajo en la modernización de la gestión interna de las organizaciones. Además, se busca analizar si la tendencia de las PyMEs es hacia un camino de mayor dualismo (trabajo desde casa y presencial) o de convergencia productiva, por lo que se plantea que será necesario continuar relevando la evolución de la situación de las empresas frente a esta nueva modalidad.

Algunos hallazgos clave de este informe:

  • El 65 % de las empresas de menos de 800 ocupados, adoptó trabajo remoto en forma total o parcial, ya sea antes o durante la pandemia, y/o prevé hacerlo en 2021 (se trata de 385.000 empresas que registran 2.300.000 puestos de trabajo). La implementación está mayormente difundida en Servicios (82 %), AMBA (70 %) y medianas y grandes empresas de 251 a 800 ocupados (92 %).
  • En 2021 sólo el 11 % de las empresas que adoptaron trabajo remoto durante la pandemia planea no continuar con esta modalidad, lo que refleja que este nuevo escenario representa un cambio permanente. Cabe destacar que el 49 % de las empresas que adoptaron el trabajo remoto durante la pandemia no tenían personal desempeñándose bajo esta modalidad antes de la crisis del COVID-19.
  • En cuanto a la previsión del impacto de dicha implementación en costos, se observa la implicancia de mayores costos en infraestructura tecnológica (36 %) y en equipamiento y gastos del personal (25 %). No obstante, una proporción significativa piensa que se reducirán costos operativos (30 %) y que se reducirán costos de alquiler de oficinas y locales (17 %).
  • Respecto al impacto en la gestión interna, se cree que favorecerá la contratación de personal de otras regiones (17 %), pero elevará el riesgo potencial de conflicto laboral (14 %), y/u obstaculizará la contratación de nuevo personal (10 %). Mientras que el 56 % prevé una necesidad mayor de planificación de actividades, más de la mitad de las empresas que adoptaron o adoptarán trabajo remoto en 2021 estiman que el desempeño del personal será evaluado más por objetivos que por horarios (51 %), lo que confirma que estamos frente a una modernización de la gestión que implica un cambio en el modelo de administración actual.

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