Actualidad de la Industria Cárnica Bovina. Un repaso de la última década y su proyección.
Actualidad de la Industria Cárnica Bovina
Un sector en proceso de recuperación tras años de retroceso y estancamiento.
La industria cárnica vuelve a mostrar signos de crecimiento luego de haber sido postergada durante muchos años. El mejor ambiente de negocios, un tipo de cambio competitivo y la recuperación reciente del precio de la tonelada de carne con hueso en los mercados internacionales, conforman algunos de los factores que incidieron en la mejora registrada.
La producción de carne vacuna destinada al consumo es el resultado de una cadena productiva que comienza con la cría de ganado, continúa con su procesamiento (faena) y culmina en los centros de venta. Si bien a lo largo de la última década el desarrollo de este sector, que es estratégico para la seguridad alimentaria de un país, sufrió alguna postergación en pos de otros rubros agrícolas que vieron crecer su rendimiento gracias al ciclo más extenso de incrementos que experimentaron sus precios en los mercados internacionales (básicamente los granos), ganando de esta manera la competencia por la tierra, las estadísticas de la industria cárnica muestran recientemente un retorno al crecimiento que ha quedado plasmado tanto en el mayor número de existencias (con 53 millones de cabezas registradas a 2017) , en el retroceso de la tierra destinada a la soja (en consonancia con el desplome del precio, a partir del año 2013), en un leve repunte del precio internacional de la carne vacuna (que pasó de US$/Kg 3,9 en 2016 a US$/Kg 4,2 en 2017) y los aumentos en la faena (de 11,7 millones de cabezas/año en 2016 a cerca de 13 millones de cabezas/año en 2017), como así también en el mayor nivel de producción (el cual podría acercarse a las 3 millones de toneladas de carne en 2018) y en una demanda de consumo local en aumento (57 kilos/habitante/año).
A pesar de ponderar de manera significativa en la matriz de producción industrial, con una contribución que puede estimarse a 2017 en alrededor del 4% del valor bruto de producción (VBP) a precios corrientes de ésta o, más específicamente, en un 13% del generado por la industria alimenticia; el conjunto de la cadena de valor de la carne vacuna aún no alcanza las cifras de producción que supo conseguir en el pasado. Mientras en la década de los 90s la participación argentina en la producción mundial de este producto promediaba el 5% (alcanzando incluso participaciones cercanas al 6% en los primeros años de ese decenio), para el año 2010 había caído al 4%; contribución que se mantiene hasta estos días con algún leve repunte en 2017 (4,1%). De hecho, el bajo desempeño reflejado en los guarismos anteriores condenó al país a un retroceso gradual en el ranking de productores y exportadores mundiales de carne vacuna, tal como lo muestran las estadísticas elaboradas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) que ubicaban a la Argentina en la 11ava posición del ranking de exportadores en 2014, mientras que a principios del nuevo siglo estaba entre los cinco primeros (intercalando posiciones con los EE.UU, Brasil o Australia). No obstante, desde 2017 se observa un importante cambio de tendencia en este aspecto, lo que ha significado el recobro de varios de los peldaños perdidos en este ranking y que podría dejar a la Argentina como el 7mo exportador mundial de carne vacuna a fines de 2018 , con un saldo exportable que podría llegar a las 500 mil toneladas.
Teniendo en cuenta el viraje que la mencionada cadena productiva está llevando adelante para convertirse nuevamente en un sector pujante dentro de la matriz de desarrollo nacional, resulta crucial mostrar algunas de las cifras de su desempeño reciente con el objetivo de plasmar las oportunidades de inversión que puede ofrecer a futuro, teniendo en cuenta los sensibles incrementos que la oferta mundial de estos productos está experimentando en los últimos años, afectada por el crecimiento de la clase media global (principalmente en países como China), los consecuentes cambios de hábito en el consumo y el siempre volátil contexto internacional. En la primera sección de este trabajo se expone cómo ha evolucionado el sector puertas adentro del país en los últimos diez años (2008-2017), como así también algunas perspectivas para fines de 2018, las que seguramente se verán afectadas por el nuevo programa económico y fiscal que está llevando adelante el gobierno nacional, y que implican tanto la restitución de los aranceles a las exportaciones como la reducción del gasto corriente y en inversión pública; factores que podrían impactar de una u otra manera el desempeño de éste y otros sectores productivos hacia fines de año. En la segunda y última sección, en tanto, se presentan algunas consideraciones y lineamientos finales pensando en la contribución potencial que este sector puede aportar al crecimiento económico del país.
Vea los gráficos, referencias y textos completos en el informe adjunto.
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